[El desafío de los 30 días] Día 4

Pregunta 4: En todo mundo de fantasía medieval existen grandes dioses, gigantescos poderes que enfrentan a sus seguidores, unos contra otros, que los envían a grandes gestas, los utilizan en sus maquinaciones, y los empujan a guerras con y sin sentido. Todos han oído hablar de esas grandes entidades. Los Valar del Señor de los Anillos. Los desaparecidos y retornados dioses de la Dragonlance. Los poderes del Caos de Elric. E incluso en la historia antigua tenemos a los dioses romanos, griegos, persas, aztecas, etc, etc. Pero no vamos a acordarnos de ellos. Hoy es día para acordarse de esos dioses menores, esos pequeños poderes, tan extraños como desconocidos, cuyas aspiraciones son tan ignotas como son sus avatares. Elige o inventa a uno de esos dioses y descríbelo.

La máscara susurrante, así se lo conoce. Es un dios asesino, adorado por aquellos que se dedican a matar a otras personas. Ya sea por placer, necesidad o sencillamente una forma de ganarse la vida.

Tiene varios nombres, según la cultura que lo adore, pero en todos los casos se le muestra como una forma humanoide embozada en telas negras con una máscara que le cubre el rostro. Se dice que este dios bendice a sus seguidores y que le agrada las muertes que le son sacrificadas, ya sea en combate, envenenados o asesinados.

Sus sacerdotes se establecen en pequeños y escondidas comunas entre la población. Cuando alguien necesita de sus servicios se pone en contacto con los sacerdotes que ponen en marcha a sus sectarios para localizar a la persona idónea para el trabajo.

Estos sectarios se les reconoce porque llevan máscaras de matar. Se trata de gente entrenada y bien preparada, aunque tienen sus especialistas. Se dice que los mejores de ellos usan armas de filo como machetes o cuerdas para ahogar a la víctima y susurrar el nombre de quien encargo su muerte mientras lo matan.
Por supuesto también usan armas a distancia y venenos, pues forma parte de su entrenamiento. Igualmente desarrollan habilidades especiales como una gran maestría en el sigilo además de ciertas opciones limitadas de suplantación para hacerse pasar por otras personas.

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